Por: Josel Herrera
Especialista en comunicación estratégica y relaciones públicas
En tiempos donde la información fluye a una velocidad sin precedentes, los líderes enfrentan el reto de no solo transmitir mensajes, sino hacerlo de forma efectiva, sincera y constructiva. Quienes aspiran a cargos políticos deben entender que comunicar no es repetir eslóganes vacíos ni insistir en su rol dentro de una estructura de poder. La política, como la vida misma, exige algo más: una comunicación con propósito, que conecte, eduque e inspire a la acción positiva.
La comunicación con propósito parte de un principio simple: el mensaje no solo debe ser claro, sino valioso para quien lo recibe. Hablar por hablar ya no basta. Hoy, las personas están más informadas y exigen autenticidad en quienes buscan representarlas. Un discurso vacío, sin propuestas concretas, se convierte rápidamente en ruido. La ciudadanía espera palabras que reflejen acciones, no promesas que se repiten sin convertirse en hechos.
Conectar con la audiencia requiere escuchar, entender preocupaciones reales y ofrecer soluciones que respondan al bien común, no a intereses personales. La comunicación debe ser un puente, no una muralla. Transparencia y respeto son las bases de una relación sólida con la ciudadanía.
La comunicación con propósito no se limita a los discursos desde un podio. Las redes sociales son hoy una plataforma crucial para interactuar directamente con la ciudadanía. Pero su inmediatez también puede alimentar la desinformación o la manipulación. Por eso, los líderes deben usarlas con responsabilidad: transmitir mensajes claros, coherentes y bien fundamentados. Solo así construirán confianza con un electorado cada vez más crítico.
La comunicación del liderazgo debe mirar hacia el futuro, no quedarse atrapada en el presente ni en promesas rotas. El líder del mañana será quien proyecte una visión basada en la verdad, la empatía y la acción. La política no debe ser un juego de roles, sino un ejercicio real de transformación. Comunicar con propósito, priorizando el contenido sobre la forma, será clave no solo para obtener apoyo, sino para construir un vínculo real con una ciudadanía crítica, informada y despierta.
Excelente tus palabras y muy constructivas enseña a qué se tiene que ser honesto y prudente , para comunicar con altura y buena costumbre