Una verdadera tragedia ocurrió en Járkiv este fin de semana, cuando un ataque ruso causó la muerte de dieciocho personas, incluida una niña de 12 años. Este devastador incidente ha dejado a cinco personas más desaparecidas y a 48 heridas, en un centro comercial Epicenter que se encontraba lleno de aproximadamente 200 personas en su interior.
Las impactantes imágenes de las cámaras de seguridad muestran el momento en que el edificio se sacudió por las explosiones, sumiéndolo todo en humo y llamas. Según testigos y la policía, se produjeron al menos dos explosiones, creando un caos total en el lugar.
El director del centro comercial, Oleksandr Lutsenko, relató cómo vivió el momento de las explosiones, describiendo la oscuridad, el polvo y la desesperación de los presentes por salir a salvo. Horas infernales siguieron al ataque, con incendios que consumieron el edificio por completo, dejando una escena desoladora de destrucción.
La trágica muerte de Maria Myronenko, la niña de 12 años, y su madre en este ataque no han pasado desapercibidas, con su familia destrozada por la pérdida. El presidente de Ucrania condenó este acto brutal y pidió más apoyo a sus aliados para proteger a su país de futuros ataques.
Mientras tanto, España ha anunciado un acuerdo de armas por más de US$ 1.000 millones para Ucrania, con el envío de misiles Patriot y tanques Leopard que buscan reforzar la defensa aérea del país. Estados Unidos también ha prometido asistencia militar con valor de US$ 275 millones para ayudar a Ucrania a repeler los avances de Rusia.
En medio de la creciente tensión y los terribles acontecimientos en Járkiv, la posibilidad de entrenadores militares franceses en Ucrania parece haberse desvanecido, aunque la colaboración internacional sigue siendo crucial en la lucha contra la agresión rusa.