¿Te ha pasado que al salir al patio sientes que el piso quema como sartén? O que los niños, apenas amanece, ¿ya están pidiendo jugar con globos de agua porque “hoy hace más calor que ayer”? No hay duda: el verano llegó con fuerza, y con él, algunas precauciones necesarias para toda la familia.
Porque sí, el calor trae tardes largas, helados en la plaza y paseos en bicicleta. Pero también puede jugarnos malas pasadas si no estamos atentos. Mareos, dolor de cabeza o incluso un golpe de calor no son solo cosas que le pasan “a otros”.
Es por esto que aquí te dejamos algunos consejos simples para que en casa todos, grandes, chicos y hasta nuestras mascotas puedan disfrutar de estos días soleados sin complicaciones.
Aunque suene repetido, es la clave. Ten siempre una jarra con agua fresca a mano. Si tus hijos no son muy amigos del agua sola, prepara jarras con rodajas de naranja, limón o pepino: son vistosas, ricas y los animan a beber más.
No subestimes el poder de un buen sombrero o gorra, ni la importancia de buscar sombra en el parque. Si sales a caminar o a hacer deporte, intenta que sea temprano o al atardecer, cuando el sol está menos fuerte.
Usar ropa oscura absorbe más calor. Apostar por camisetas claras, de algodón, y pantalones cortos o vestidos livianos hace la diferencia.
Nunca dejes a los chicos o a tus mascotas dentro del auto estacionado, ni aunque digas “solo serán cinco minutos”. En cuestión de minutos, el interior del vehículo puede superar los 50 grados.
También es importante cuidar lo que consumes, te pueden ayudar las ensaladas, frutas y yogures son aliados geniales. Además, mantener la cocina más ligera ayuda a que todos se sientan con más energía.
El calor no tiene por qué ser un villano del verano. Con un par de cuidados sencillos, podemos disfrutar esos momentos que después se vuelven recuerdos: risas con pistolas de agua, siestas bajo el ventilador y largas conversaciones en la vereda. ¿Listos para vivir un verano seguro y divertido?
