Violencia contra la mujer: Una mirada forense a las cicatrices invisibles del silencio

Violencia contra la mujer: Una mirada forense a las cicatrices invisibles del silencio

¿Todo se bota? cultura descarte emocional

Por Rut Laybelis Encarnacion Genao, Psicóloga Clínica,
MA en Psicología Criminal con especialidad en Psicología Forense

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que invita a reflexionar sobre la magnitud de este fenómeno que trasciende lo individual y se enraíza en estructuras culturales, sociales y psicológicas.

La violencia contra la mujer constituye una violación de los derechos humanos y un problema de salud pública de grandes proporciones. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021), aproximadamente una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja o de terceros en algún momento de su vida. Este tipo de violencia no se limita al daño físico; implica agresiones emocionales, sexuales, económicas y psicológicas que dejan secuelas profundas y duraderas.

Desde la psicología forense, se analiza este fenómeno considerando la interacción entre factores psicológicos individuales, determinantes sociales y contextos culturales que perpetúan la desigualdad. Asimismo, se reconoce la importancia de las evaluaciones periciales en el proceso judicial, tanto para determinar el impacto psicológico en la víctima como para establecer la responsabilidad penal del agresor.

Factores psicológicos asociados a la violencia contra la mujer
  1. Esquemas cognitivos y control emocional

Numerosos estudios han evidenciado que los agresores presentan déficits en la regulación emocional, impulsividad y esquemas cognitivos distorsionados que legitiman el dominio o el control sobre la pareja (Krause-Utz et al., 2023). La creencia de que la mujer es inferior o debe ser sumisa se asocia a actitudes coercitivas y a una mayor propensión a la violencia psicológica y física.

  1. Apego inseguro y experiencias tempranas

La teoría del apego ha demostrado su relevancia en la comprensión de las dinámicas violentas. Tanto en víctimas como en agresores se observan patrones de apego inseguro derivados de la exposición a violencia durante la infancia o de experiencias de abandono emocional. Estos antecedentes predisponen a la dependencia afectiva y a la repetición de vínculos disfuncionales en la vida adulta (Almeida et al., 2023).

  1. Impacto psicológico en la víctima

Las víctimas de violencia de género presentan con frecuencia cuadros de ansiedad, depresión, trastorno por estrés postraumático complejo (C-TEPT), insomnio y baja autoestima (Mellouki et al., 2023). Además, la exposición continua a la agresión genera un fenómeno conocido como indefensión aprendida, donde la mujer percibe que no puede cambiar su situación, lo que dificulta la ruptura del ciclo de violencia.

  1. Culpabilidad y distorsión de la responsabilidad

Las víctimas suelen interiorizar la culpa, justificar la agresión o minimizar su gravedad, en parte debido a la manipulación psicológica del agresor. Esta distorsión cognitiva agrava la dependencia emocional y retarda la búsqueda de ayuda (Badenes-Sastre et al., 2024).

Factores sociales y estructurales
  1. Cultura patriarcal y desigualdad de género

Las normas sociales que legitiman el control masculino sobre la mujer y los mitos asociados a la violencia (como “los celos son una muestra de amor”) perpetúan el ciclo de agresión. Flood y Pease (2009) sostienen que la aceptación social de la violencia de género es uno de los principales predictores de su persistencia.

  1. Dependencia económica y aislamiento social

Las condiciones socioeconómicas influyen directamente en la capacidad de las víctimas para abandonar relaciones violentas. La falta de independencia económica, sumada al aislamiento social impuesto por el agresor, refuerza la vulnerabilidad y el mantenimiento del abuso (European Institute for Gender Equality, 2022).

  1. Fallas institucionales y revictimización

En muchos contextos, las respuestas judiciales e institucionales son insuficientes. La ausencia de mecanismos de protección y la revictimización durante los procesos judiciales representan obstáculos adicionales para las víctimas. Desde la psicología forense, se subraya la necesidad de protocolos de actuación que eviten la exposición repetida al trauma (Colegio Oficial de Psicología de Madrid, 2021).

La psicología forense cumple un papel esencial en la comprensión integral de la violencia contra la mujer. Sus aportes se articulan en cuatro niveles principales:

  1. Evaluación del agresor: Permite identificar rasgos de personalidad, trastornos subyacentes, patrones de comportamiento y riesgo de reincidencia.
  2. Evaluación de la víctima: Analiza el impacto emocional, cognitivo y conductual de la violencia, así como la credibilidad del testimonio y el riesgo de revictimización.
  3. Elaboración de informes periciales: Estos documentos aportan evidencia psicológica al proceso judicial, facilitando decisiones más justas y fundamentadas.
  4. Prevención y formación: Los psicólogos forenses contribuyen a diseñar programas de prevención y capacitación en perspectiva de género para agentes judiciales, policiales y de salud.

El cine se ha convertido en un medio eficaz para sensibilizar y educar sobre la violencia de género. Algunas producciones disponibles en Netflix que abordan el tema con profundidad psicológica son:

  • “Te doy mis ojos” (2003): Un retrato realista de la violencia psicológica y física en la pareja, que explora el control, la dependencia emocional y el proceso de ruptura.
  • “City of Joy” (2016): Documental que muestra la recuperación emocional de mujeres víctimas de violencia sexual en el Congo, destacando el papel del acompañamiento psicosocial.
  • “Maid” (2021): Serie inspirada en hechos reales que ilustra las barreras institucionales y emocionales que enfrenta una mujer al intentar escapar de una relación abusiva.

Estas producciones son útiles para reflexionar en entornos educativos y clínicos, ya que visibilizan la experiencia subjetiva de la víctima y los mecanismos psicológicos que operan detrás de la violencia.

La violencia contra la mujer representa una problemática multifactorial donde convergen variables psicológicas, sociales y culturales. Desde la psicología forense, su análisis permite comprender la interacción entre el agresor, la víctima y el contexto, así como ofrecer herramientas de evaluación que fortalecen los procesos judiciales y las estrategias de prevención.

Conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer no debe limitarse a la reflexión, sino convertirse en un compromiso activo con la erradicación del silencio, la educación emocional y la justicia con perspectiva de género. Solo a través de un enfoque interdisciplinario y ético será posible construir sociedades más seguras e igualitarias.

Directorio de denuncia en República Dominicana
  • Procuraduría General de la República Dominicana (Dirección Nacional de Violencia de Género)  Línea gratuita: 809-200-1202 (24 horas) para denuncias de violencia de género.
  • Ministerio de la Mujer (República Dominicana) — Línea de emergencia *212 (desde cualquier teléfono) ó 809-200-7212 (24 horas) para mujeres víctimas de violencia.
  • Observatorio de Justicia y Género del Poder Judicial de la República Dominicana — Servicio de orientación para violencia de género, intrafamiliar, delitos sexuales: Teléfono 809-533-3191 ext. 2519.
  • Asistencia legal del Ministerio de la Mujer: Teléfono 809-685-3755 ext. 4511, Dirección: Ave. Máximo Gómez, esquina San Martín #65, Edif. Metropolitano, 5.º piso, Santo Domingo.

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