La comunicación como herramienta estratégica en la nueva realidad laboral
Por J. Luis Rojas
lrojas50@hotmail.com
El escritor, orador, pastor y empresario estadounidense John C. Maxwell ha señalado en múltiples ocasiones que las relaciones humanas constituyen el núcleo de la influencia y del liderazgo. Está convencido de que no basta con comunicar: es necesario conectar genuinamente con las personas para inspirar, colaborar y alcanzar resultados duraderos.
Para concretar lo expresado por Maxwell, en cualquier ámbito —laboral, familiar, profesional, social, intercultural o político— la fluidez comunicativa constituye un medio imprescindible. Se entiende como la capacidad de personas y organizaciones para expresar ideas, hechos e historias de manera continua, clara y adaptable, manteniendo la coherencia del discurso y facilitando la interacción sin bloqueos ni ambigüedades.
La falta de fluidez comunicativa en las relaciones personales, familiares, laborales, sociales y profesionales suele generar conflictos que, en la mayoría de los casos, derivan en crisis. En el ámbito laboral, resulta esencial que el talento humano —directivo, ejecutivo y de apoyo— desarrolle las competencias necesarias para poner en práctica la fluidez comunicativa. Esto les permitirá establecer vínculos productivos, ser más eficientes en la toma de decisiones, crear redes colaborativas y transmitir información de manera clara, respetuosa y estratégica.
Efectos positivos de la fluidez comunicativa
La fluidez comunicativa, como competencia blanda de carácter transversal, no se limita al “saber hablar o escribir”. Implica adaptar los mensajes a diferentes contextos, canales y audiencias. En la nueva realidad, es imperioso que directivos, gerentes y personal de apoyo dominen esta habilidad. Está comprobado: la comunicación, sin importar su modalidad, es la clave del éxito, y nunca ha sido tan importante como lo será en los próximos años.
No es casualidad que los líderes de organizaciones duraderas valoren cada vez más la comunicación efectiva como base de la colaboración y la toma de decisiones inteligentes. Un profesional puede tener conocimientos avanzados, pero si no logra transmitirlos ni generar confianza, sus aportes se diluyen. De acuerdo con estudios de INEGI-STPS 2024, el 78 % de los conflictos laborales se originan por fallas en la comunicación. Asimismo, las empresas que capacitan a su talento humano en comunicación efectiva reportan 40 % menos conflictos y 25 % más productividad.
Habilidades comunicacionales clave para el éxito laboral
Desarrollar competencias de fluidez comunicativa en el talento humano directivo, gerencial y de apoyo es una estrategia para lograr ventajas comparativas y competitivas. Esta habilidad facilita resultados de alto valor agregado: mayor productividad, relaciones interpersonales de cooperación y desarrollo de liderazgo.
Entre las ventajas sustanciales de la fluidez comunicativa se destacan:
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Mejora la colaboración y el trabajo en equipo
- Favorece el intercambio de ideas y comentarios constructivos.
- Genera un ambiente donde las personas se sienten cómodas expresando opiniones.
- Conduce a una mejor toma de decisiones y resolución de problemas.
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Aumenta la productividad
- Reduce errores y malentendidos en tareas y proyectos.
- Clarifica roles, responsabilidades y plazos.
- Agiliza el flujo de trabajo y elimina ambigüedades.
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Fortalece la confianza y las relaciones
- La comunicación abierta y honesta crea vínculos sólidos.
- Ayuda a resolver conflictos antes de que escalen.
- Refuerza la cohesión y el sentido de pertenencia en equipos.
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Incrementa la satisfacción laboral y personal
- Las personas se sienten escuchadas y valoradas.
- Aumenta la motivación y el compromiso.
- Contribuye a un entorno positivo y saludable.
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Desarrolla talento y liderazgo
- Permite guiar equipos con mensajes claros y motivadores.
- Favorece la mentoría y la capacitación.
- Forma líderes capaces de inspirar y coordinar.
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Mejora la atención y fidelización de clientes
- Una comunicación fluida asegura que el cliente se sienta comprendido.
- Incrementa la calidad del servicio y la confianza en la organización.
- Genera lealtad y reputación positiva.
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Fomenta innovación y creatividad
- Estimula la cultura de ideas y la participación.
- Integra diferentes perspectivas en soluciones nuevas.
- Refuerza la adaptabilidad en entornos cambiantes.
¿Cómo optimizar la fluidez comunicativa?
Existen múltiples estrategias prácticas y efectivas para optimizar la fluidez comunicativa. Entre las más consensuadas se destacan:
- Practicar trabalenguas y ejercicios de dicción.
- Leer en voz alta diariamente.
- Ampliar el vocabulario mediante lecturas y registros personales.
- Organizar las ideas antes de expresarlas.
- Practicar la improvisación en temas inesperados.
- Ejercitar la escucha activa.
- Controlar el ritmo y la respiración.
- Autograbar y escuchar las intervenciones.
- Ensayar discursos frente a un espejo.
En síntesis, la fluidez comunicativa es un medio estratégico que conjuga técnica, empatía y práctica constante. No se limita al lenguaje oral: incluye lo no verbal y la capacidad de adaptación a cualquier contexto. Para empresas, agencias gubernamentales, marcas y organizaciones sociales, abordar profesionalmente la fluidez comunicativa fortalece y optimiza sus climas laborales.
Como señala la plataforma de inteligencia artificial Copilot de Microsoft: “para lograr fluidez en la comunicación es clave combinar práctica constante, escucha activa y organización mental de las ideas. Con disciplina y estrategias sencillas, cualquier persona y organización pueden mejorar su capacidad de expresarse con claridad y confianza”.
En su artículo Cómo debe trabajar un líder la comunicación de forma eficaz, publicado en el periódico digital Expansión el 20 de noviembre de 2025, Álvaro Pérez Alberca recoge las palabras de Xavier Gangonells, director general de la Asociación Española de Directivos (AED), quien subraya que comunicar con claridad la estrategia, los valores y el rumbo de la compañía “exige tanto consistencia como autenticidad. No basta con definir mensajes, hay que sostenerlos en la forma de actuar, en la serenidad con que se afronta la incertidumbre y en la capacidad de conectar el propósito corporativo con las expectativas sociales”.

